JOL HAMOʿED SUKOT
Shemot 33:12-34:26; Bamidbar 29:17-34
Qohelet, Eclesiastés, que leemos en la festividad de Sukot, recuerda que hay un tiempo para cada cosa en la vida, mientras se interroga acerca de la existencia misma del ser humano en el mundo.
En este Shabat de Jol Hamoʿed Sukot, " ZMÁN SIMJATEINU”, tiempo de alegría es bueno recordar que la celebración constituye también un tiempo de recolección “JAG HAASIF”, un tiempo de encuentros y reencuentros, un tiempo para tomar conciencia de nuestra fragilidad y de nuestras propias posibilidades de resguardarnos y resguardar a los nuestros.
La precariedad y lo efímero de la Suká nos pone en contacto con la fragilidad y la vulnerabilidad en la que estamos insertos en este mundo. Y en un año en que la fragilidad de nuestras vidas es casi tangible, palpable, el hacernos un tiempo para reflexionar acerca de ello, nos acerca más a nuestra tradición. Pero al mismo tiempo Sukot nos invita a poner lo mejor de nosotros para encontrar seguridad en un espacio endeble. Y es precisamente ESO lo que debemos lograr en nuestras vidas cotidianas. Lograr espacios de seguridad en medio de las inseguridades de la cotidianeidad refugiándonos en nuestros vínculos, nuestros hogares, nuestros grupos de afinidad, nuestras precauciones.
Es en el encuentro con los otros, con nuestros amigos y familiares, y en la recreación de la tradición de recibir simbólicamente a nuestros ancestros en la Suká “USHPIZIN”, (Abraham, Itzjaq, Iʿacov, Iosef, Moshé, Aharón y David), que nos encontramos colectivamente con nuestro pasado, con nuestras memorias y las transmitimos y las hacemos propias. Nosotros y cada uno de las generaciones que nos continúan.
Sukot es un punto de inflexión en el ciclo del calendario de nuestro pueblo. El Tiempo, en Sukot, resulta un tiempo compartido, que conjuga la historia, nuestro presente y el porvenir.
Estos son días en que encontrándonos en una instancia que -simbolizada por la Suká-, trasciende nuestra realidad material nos proponemos transitar a través de la memoria y con nuestras acciones y circular entre “distintos tiempos”. Mezclando los tiempos de zozobra por las precariedades con la alegría obligada del Jag y hoy, sumando la alegría del Shabat. Al decir de Abraham Joshua Heschel, sería un castillo de tiempo dentro de otro castillo de tiempo dentro de uno más. Y ese es el nexo directo con Qohelet. Encontrar, descubrir, ordenar y valorar los diferentes tiempos a los que estamos sometidos, o mejor aún, a los que nos proponemos someternos.
En este Shabat de Jol Hamoʿed Sukot aspiramos a alejarnos de nuestras preocupaciones actuales - que son muchas - sustraernos de ellas, “desalojar” la inmediatez de nuestra vida cotidiana y disfrutar del Shabat y de la alegría de la celebración.
¡Que podamos hacerlo!
Moadim lesimjá ve Shabat Shalom!