QEDOSHIM
Vaiqra 19:11-20:27
El concepto de qadosh es complicado. Habitualmente se lo entiende y traduce como algo Santo. Lo hemos definido también como algo que separaos del resto para hacerlo especial a nosotros. Eso, en principio le quita la supuesta condición intrínseca de Qedushá a el objeto o persona.
En ese sentido, Parashat Qedoshim, pareciera confundirnos. Dios nos dice Qedoshim seréis, porque Qadosh soy yo". Pareciera ser que en algún momnento pasaremos a tener esa condición independientemente de cual sea nuestro comportamiento Simplemente porque Él es Qadosh.
Posiblemente Dios nos haya separado de el resto de los pueblos y nos haya “elegido” y por lo tanto seamos Qedoshim. Esto nos encantaría. Nos relamemos con ese concepto mal entendido de Am Segulá, el Pueblo Elegido. Pero pareciera ser que no funciona así. Y el indicio lo da precisamente este pasuq de esta parashá.
Qedoshim tihiú. Qedoshim seréis. Hay un camino por recorrer para esa qedushá. Y tenemos la receta, el GPS encendido y mostrándonos el camino, precisamente en esta misma parashá: todas lo que el texto nos impone en esta semana, no son sugerencias para una vida mejor. Son exactamente las indicaciones de una receta que debemos cumplir para “curar” los males que nos rodean y nos tocan. Son las indicaciones que la voz española del GPS nos indica y que si no las seguimos, apareceremos en otro lado del que pretendíamos llegar.
No aprovecharnos del débil o el que está en condiciones inferiores a las nuestras, no es una sugerencia. Engañar a nuestro semejante en el peso o lo que fuera, no es una opción viable. No son parte de las prescripciones para llegar a ser Qedoshim.
LA pregunta surge...quién quiere ser Qadosh?? Para qué??? Buenas preguntas...
Lamentablemente no existe una respuesta brillante y precisa.
Ser Qedoshim, o apuntar a serlo es parte del compromiso de considerarnos elegidos. Elegidos y separados de una masa que no respeta estos u otros valores para justamente, y valga la redundancia, ponerlos en valor. Y si nos seguimos considerando socios de Dios en el trabajo más hermoso y arduo que nos dieron, “Tiqun ʿolam bemaljut Shadai”, la reparación o el mejoramiento del mundo en el reino de Dios, entonces el camino lo dicta la Qedushá, la búsqueda de ser mejores individuos con mejores relaciones.
Seguramente el verbo en futuro de “Qedoshim tihiú”, Qedoshim seréis, viene a demostrarnos la dificultad del camino a recorrer para alcanzar la Qedushá. El único que ES Qadosh es Dios. Nosotros aspiramos a esa Qedushá. Quizás nunca lleguemos. Seguramente no. Pero lo más cerca que lleguemos a esa Qedushá, va a estar signado por cuánto podamos cumplir con el más simple y complejo de los preceptos. Aquel que pareciera resumir todo en pocas palabras: Veahavta lereajá kamoja, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
No es una utopía. Es la voluntad de dejarse un poquito de lado para dar lugar al otro. Existe y es posible lograrlo.
El pasuq termina con la firma: Ani Adonai.
Ama a tu prójimo como a ti mismo, YO SOY DIOS. El que es Qadosh. A ESO debemos aspirar.